Un trozo de otra mujer
de Matías Candeira
La historia comienza en el mismo lugar donde todo desaparece: la mesa metálica, la luz de neón, los bisturís brillantes, los fórceps, y con esa coloración de los maderos que pasan mucho tiempo bajo el agua, el cuerpo de la mujer. Se llamaba Erika Santoni, una joven de ojos grises que había recibido un balazo de su compañero hacía tan solo un par de horas. Leer más